Hoy en día, cada vez más personas recurren al consumo eco-responsable, eligiendo, por ejemplo, productos alimentarios procedentes de la agricultura biológica o ropa fabricada con materiales sostenibles. En este sentido, la cosmética natural también está ganando popularidad entre los consumidores preocupados por su salud y el medio ambiente.
Ingredientes saludables y respetuosos con la piel.
El primer motivo que empuja a muchas personas a optar por la cosmética natural es la calidad de los ingredientes utilizados. De hecho, estos productos generalmente están formulados con componentes de origen vegetal, mineral o animal, que ofrecen una mejor compatibilidad con la piel y no contienen sustancias químicas potencialmente irritantes o alergénicas.
Aceites esenciales y extractos de plantas.
Ciertos aceites esenciales y extractos de plantas presentes en la cosmética natural tienen propiedades beneficiosas para la piel, como hidratación, nutrición y protección frente a las agresiones externas. Por ejemplo, el aceite de almendras dulces es conocido por sus propiedades suavizantes y nutritivas, mientras que el té verde aporta antioxidantes para luchar contra el envejecimiento de la piel .
Ausencia de parabenos, siliconas y otros ingredientes controvertidos
La cosmética natural también se distingue por la ausencia de parabenos, conservantes químicos sospechosos de ser disruptores endocrinos. Asimismo, las siliconas, muy utilizadas en los productos capilares convencionales, están ausentes en las fórmulas naturales porque pueden asfixiar el cuero cabelludo e impedir la penetración de principios activos que lo cuidan.
Impacto ecológico reducido
Adoptar una rutina de belleza basada en la cosmética natural es también una elección responsable con nuestro planeta. Los ingredientes orgánicos se cultivan sin pesticidas ni OGM, lo que limita la contaminación del suelo y las aguas subterráneas. Además, los envases de productos naturales suelen estar diseñados para ser reciclables o biodegradables, lo que ayuda a reducir los residuos plásticos arrojados al medio ambiente.
Fomentar los circuitos cortos y el comercio local.
Avanzar hacia la cosmética natural también puede ayudar a apoyar a los productores locales y a las pequeñas empresas de tu zona. De hecho, muchas marcas de este sector favorecen las asociaciones con agricultores ecológicos y profesionales del sector situados cerca de ellos.
Limitar las pruebas con animales
También es importante tener en cuenta que los cosméticos naturales generalmente están menos sujetos a pruebas con animales porque contienen ingredientes que ya se sabe que son seguros. Además, la legislación europea prohíbe desde 2013 la experimentación con animales de productos cosméticos y sus ingredientes.
Resultados efectivos y duraderos
Por último, contrariamente a ciertos prejuicios, el uso de cosmética natural no significa renunciar a la eficacia del cuidado. Numerosos estudios han demostrado que los principios activos de origen vegetal, como los aceites esenciales o los extractos de plantas, pueden ofrecer resultados similares o incluso mejores que los obtenidos con productos convencionales que contienen sustancias químicas.
Acción en profundidad
Los agentes naturales presentes en la cosmética biológica actúan muchas veces de forma más global y en sinergia con los procesos biológicos del organismo, permitiendo así una auténtica acción reparadora y regeneradora en profundidad.
Un efecto progresivo y duradero
Si bien algunos resultados pueden ser menos inmediatos que con los productos convencionales, generalmente son más duraderos. Por ejemplo, los antioxidantes que aportan las plantas pueden ayudar a prevenir el envejecimiento cutáneo a largo plazo, protegiendo la piel contra los efectos de los radicales libres y estimulando la producción de colágeno.
¿Cómo elegir tu cosmética natural?
Ante una gama cada vez más amplia de productos, puede resultar difícil navegar por las etiquetas y certificaciones existentes. A continuación te damos algunos consejos que te ayudarán a seleccionar tu cosmética eco-responsable:
- Comprueba la presencia de etiquetas como Cosmebio, Ecocert o BDIH, que garantizan el cumplimiento de determinadas normas medioambientales y éticas.
- Favorecer las marcas que sean transparentes sobre su proceso de fabricación y el origen de sus ingredientes.
- Favorecer los envases reciclables y/o reutilizables, y limitar el uso de productos desechables (discos desmaquillantes, toallitas, etc.).
- Recuerda que un mismo producto puede no ser apto para todos los tipos de piel: escucha tu piel y no dudes en adaptar tu rutina de belleza en función de sus necesidades específicas.
En definitiva, utilizar la cosmética natural representa una alternativa interesante para preservar la salud, el bienestar y el medio ambiente, beneficiándose al mismo tiempo de una eficacia de tratamiento comparable a la de los productos convencionales.