
Consejos para lavar tu sudadera de algodón evitando dañar la tela
Si bien estos consejos están destinados a preservar una sudadera de algodón orgánico, también se aplican a otros tipos de textiles como camisetas, suéteres de lana u otras prendas confeccionadas con telas delicadas como lino, cachemira o seda.
Espaciar cada ciclo de lavado
Un consejo bastante básico, pero cuanta más ropa se lava, más pierde brillo y elasticidad, y más se deterioran las fibras textiles. De hecho, el lavado regular a máquina favorece la acumulación de pequeñas bolitas de tela en la superficie de las prendas (sudaderas, camisetas, suéteres, etc.), lo que daña la estética del tejido y debilita tanto su forma como su color. Una sudadera usada solo unas horas en casa no requiere un lavado sistemático en la lavadora, a diferencia de otras prendas muy sucias, como las que se usan durante una sesión deportiva o los textiles llenos de manchas incrustadas. Fuera del verano, lava tu sudadera de algodón orgánico solo después de usarla durante varios días seguidos. Ten en cuenta que este consejo también aplica a camisetas, suéteres, pantalones y otros textiles, ¡un gesto por el planeta... y por tu bolsillo!
Prefiero lavado en frío
Es bien sabido que el agua fría reduce el riesgo de decoloración y encogimiento de las prendas, especialmente en el caso de las de algodón. Organizar ciclos de lavado en frío no solo ayuda a preservar la calidad de la ropa, sino que también ahorra tiempo, ya que sale de la lavadora con menos arrugas que con un lavado convencional a 30 °C o más. Al lavar la ropa, seleccione un ciclo delicado para proteger su sudadera de posibles daños. Además de prolongar la vida útil de la prenda, el lavado en frío ahorra energía: casi toda la energía utilizada en la lavadora proviene del sistema de calentamiento del agua. Este consejo ecológico, por lo tanto, reduce su huella de carbono y el coste de sus facturas de electricidad. ¡Ahorre dinero y actúe por el planeta!
Evite utilizar detergentes de baja calidad
Para mantener el tejido de una sudadera en buen estado, es fundamental seleccionar un detergente adecuado para el hogar. Evita los detergentes industriales disponibles comercialmente, ricos en químicos y agentes tóxicos que destruyen las telas y el ecosistema que nos rodea (¡y dañan las aguas subterráneas!). En su lugar, opta por un detergente ecológico, diseñado con una lista detallada de ingredientes saludables para tu piel y el planeta. Algunos productos de limpieza a base de bicarbonato de sodio limpian la ropa a fondo sin obstruir la lavadora. Sin perfumes ni aditivos químicos, preservan las fibras textiles y pueden usarse para lavar la ropa de toda la familia, ¡incluso tu sudadera favorita! Para los más motivados, hay muchos tutoriales en la web que te guiarán para preparar una receta casera de detergente para la ropa. ¡Es tu turno!
Dale la vuelta a tu sudadera
Para proteger el aspecto exterior de la sudadera, el que se ve al usarla, es mejor darle la vuelta antes de meterla en la lavadora. Sube la cremallera completamente para que no se enganche con otras prendas durante el lavado. Recuerda también atar el cordón (el de la capucha, si lo tiene); de lo contrario, corres el riesgo de que se deshaga durante el lavado. ¡Mucha suerte al volverla a colocar en su sitio! Darle la vuelta a la sudadera garantiza que los colores se conserven con el tiempo, especialmente si la prenda tiene flocado o bordado. Las prendas con un revestimiento exterior protegido no rozan con los tejidos en la lavadora y mantienen el tejido brillante (también válido para lana, lino y cachemira).
Alternar con lavados de manos
Una técnica ancestral para el cuidado de la ropa que ha vuelto a estar de moda, el lavado a mano elimina suavemente las manchas y la suciedad de la ropa. En un recipiente con agua tibia, remoja la sudadera y luego vierte un poco de detergente o vinagre blanco. Frota las zonas más sucias y luego enjuaga. Es un hábito que conviene adoptar entre ciclos de lavado a máquina para conservar la textura de la tela y minimizar el desperdicio de agua.
Secar la ropa al aire
Olvídate de la secadora y su excesivo consumo de energía, que debilita las fibras de la ropa, y simplemente cuelga tu ropa al aire libre o en un tendedero interior. En el exterior, evita exponer la prenda a la luz solar directa, ya que, aunque se secará más rápido gracias a los rayos de luz, los colores de la sudadera perderán su brillo rápidamente. Es mejor extenderla en posición horizontal para evitar que las mangas se estiren y que la prenda quede holgada y sin forma. El lugar debe ser limpio, seco y saludable para que se seque en las mejores condiciones.
No mezcle blanco y colores
Consejo de la abuela: olvídate de los ciclos de lavado que incluyen ropa blanca y de color. De hecho, ¡la ropa de colores claros corre el riesgo de salir mucho más oscura de lo que entró! Esto también aplica a tu sudadera, que deberías mezclar con prendas del mismo tono para evitar dañar su calidad. Para los puristas, una bolsa de red puede ser la solución: permite lavar varias prendas a la vez, sin que entren en contacto directo. ¡Qué ingenioso, verdad?